Fuego del Señor

El alcohol y la vida cristiana

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MIS EXPERIENCIAS CON EL ALCOHOL

Mi primera experiencia con el alcohol fue involuntario y el resultado de un descuido de mi padre. De visita en casa de mi padrino mi papa dejó un vaso lleno de vino tinto en una mesita baja y el pequeño Bart de mas o menos 2 años de edad se lo tomó todo cuando el papa y el padrino habían salido al patio un rato. Luego el pequeño Bart ya no podía permanecer en pie, se enojó mucho y los papas tuvieron que regresar a casa con él.

Mis siguientes contactos con el alcohol fueron cuando entre mis 6 a mis 12 años de vez en cuando me acercaba a mi padre para pedirle de probar de su vaso de vino o de su cerveza. Casi siempre me fue permitido tomar un sorbito para probar.

La siguiente etapa empezó alrededor de mis 12 años, no me recuerdo bien si era al cumplir los 12 años o si era cuando hice mi confirmación en la iglesia católica. A partir de entonces me fue otorgado el privilegio de tomar un vaso de vino tinto con el almuerzo los días domingo.

De mis 12 a mis 22 años, a parte del acostumbrado vaso de vino tinto en el almuerzo los domingos, hubieron las ocasionales fiestas familiares en cumpleaños, bodas, navidades, fines de años, etcétera, cuando tomamos mas: algunas veces un vaso de porto en calidad de aperitivo, uno o dos vasos de vino blanco o rosado con la entrada, uno o dos vasos de vino tinto con el plato principal. Esto hizo que me cuerpo se acostumbrara a digerir cierta cantidad de alcohol. Me recuerdo que en la fiesta de despedida de la escuela secundaria, cuando tenía casi 18 años, me tomé unas 10 cervezas y no me hizo efecto. Me recuerdo también que en algunas ocasiones en una u otra fiesta familiar sentía que estaba al borde de estar borracho. Entonces dejaba de tomar.

A partir de los 22 años conviví con una amiga durante casi siete años. Empecé a tomar mas que todo en los momentos que estaba solo. Empecé a tomar casi a diario al regresar de la oficina después de que un día en una telenovela que mi amiga estaba viendo, vi que el hombre de negocios llegaba a la casa, se preparaba su cocktail y se lo tomaba. Empecé a hacer lo mismo. Compraba jugo de naranja y botellas de licor y cuando llegaba a casa me preparaba mi cocktail y me lo tomaba. Pero no me emborrachaba porque allí estaba mi amiga.

Empecé a tomar mas después de que me di cuenta en una ocasión que mi amiga estaba con otro amigo en un país vecino.

En mis momentos a solas me echaba mi vaso lleno de licor. Me lo tomaba de un solo para sentir luego el efecto en todo mi cuerpo. Con el tiempo ya no me llenaba esta experiencia. Un día leí en una revista una entrevista de un médico que había sufrido un accidente. Un colega le daba antidolores fuertes que le causaron adicción y después el hombre se tomaba a diario varias botellas de cierto jarabe antitusivo con codeína. No mas había leído esto yo fui a comprar el mismo jarabe. Un tiempo después comenté el asunto con un amigo que estaba mas adentro de este rollo y me contó acerca de unas pastillas con la misma sustancia. Empecé a comprar estas pastillas y a tomarlas casi a diario. De vez en cuando las tomaba en las tardes en la oficina. A solas en mi casa empecé a tomarme mi vaso lleno de licor junto con mis dos pastillas de codeína. A veces casi perdía la conciencia.

Casi nunca tomaba fuera de mi casa o cuando andaba en vehículo por temor a sufrir accidentes o que me sucediera algo.

Algunas veces quise empezar a tomar desde la mañana no mas al despertarme pero nunca pude hacerlo. Había una fuerte barrera que no podía romper.

Estaba ya atrapado en este vicio de tomar alcohol y pastillas de codeína. Después de algunos días de tomar alcohol y pastillas de codeína casi cada noche me enfermaba. Me caían buenas gripes. Entonces dejaba de tomar por unos días. Pero a los días ya me acercaba nuevamente a la farmacia para ir a comprar las pastillas. Ya no podía resistir a aquello. Compraba las pastillas en diferentes farmacias para que no se notara que las usaba tan seguido.

Viendo en retrospectiva lo que me ha guardado durante mis últimos años en Bélgica de caer mas profundo en el vicio fueron las visitas dominicales a mis padres, de las cuales era muy difícil escapar, y el control social de tener que aparecer en la oficina en días de semana.

En 1995 conocí en Bélgica a una salvadoreña y nos venimos a El Salvador en 1996. Nos casamos. En 1997 fui invitada a la Fraternidad Internacional de Hombres de Negocios del Evangelio Completo. En mis primeros años de matrimonio y de estadía en El Salvador todavía tomaba de vez en cuando, pero ya mucho menos. Habiéndome casado ya no habían fines de semanas a solas.

Teniendo ya mi tiempo de permanecer fiel en la Fraternidad y en la iglesia ya se ha erradicado por completo el abuso del alcohol y las pastillas.

En algunas ocasiones he despertado en medio de la noche con el deseo de tomar, pero ya no había nada en mi casa y luego me he dado cuenta del error y me he puesto de rodillas para buscar la presencia del Señor.

El Señor Jesús intervino en mi vida y me sanó. Ahora él es suficiente para consolarme en los momentos difíciles donde antes buscaba el alcohol.

LO QUE LA BIBLIA DICE

Repasemos ahora unos cuantos pasajes de la Biblia que tienen que ver con el tema de tomar bebidas alcohólicas y acerca de la borrachera. Hay bastantes pasajes, escogí las de mayor importancia.

EN EL ANTÍGUO TESTAMENTO

La embriaguez de Noe trajo malas consecuencias hasta para las generaciones venideras

Génesis 9:20-27
Noe plantó una viña. Un día, bebió vino y se embriagó, quedándose desnudo dentro de su carpa. Después maldijo a uno de sus hijos que lo había visto desnudo.

El hecho de haber bebido demasiado vino trajo dos consecuencias : la vergüenza para Noe de haberse quedado desnudo, haber sido visto por su hijo quien lo contó a sus hermanos; y una maldición para el hijo que lo había visto y para toda la generación después de él. ¡Una simple embriaguez trajo consecuencias para enteras generaciones de personas hasta el día de hoy!

Los sacerdotes no podían tomar vino antes de ministrar

Dios prohibió a los judíos entrar borracho en la tienda de reunión, y penalizó infracciones con la muerte.

Levítico 10:9
Ni tú ni tus hijos deben beber vino ni licor cuando entren en la Tienda de reunión, pues de lo contrario morirán. Éste es un estatuto perpetuo para tus descendientes.

Ezequiel 44:21
Ningún sacerdote deberá beber vino cuando entre en el atrio interior.

Los nazareos tenían que abstenerse de vino, jugo de uvas, etcétera

Números 6:3
Deberá abstenerse de vino y de otras bebidas fermentadas. No beberá vinagre de vino ni de otra bebida fermentada; tampoco beberá jugo de uvas ni comerá uvas ni pasas.

Una buena cosecha de vino era bendición de Dios. La primicia tenía que ser bebido en la presencia de Dios para alegrarse delante de Él

Deuteronomio 7:13
Te amará, te multiplicará y bendecirá el fruto de tu vientre, y también el fruto de la tierra que juró a tus antepasados que les daría. Es decir, bendecirá el trigo, el vino y el aceite, y las crías de tus ganados y los corderos de tus rebaños.

Deuteronomio 14:23
En la presencia del Señor tu Dios comerás la décima parte de tu trigo, tu vino y tu aceite, y de los primogénitos de tus manadas y rebaños; lo harás en el lugar donde él decida habitar. Así aprenderás a temer siempre al Señor tu Dios.

Deuteronomio 14:26
Con ese dinero podrás comprar lo que prefieras o más te guste: ganado, ovejas, vino u otra bebida fermentada, y allí, en presencia del Señor tu Dios, tú y tu familia comerán y se regocijarán.

Hijos glotones y borrachos tenían que ser apedreados a muerto

Deuteronomio 21
18 Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere; 19 entonces lo tomarán su padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde viva; 20 y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho. 21 Entonces todos los hombres de su ciudad lo apedrearán, y morirá; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá, y temerá.

Ammón, hijo de David, fue matado cuando estaba borracho

2 Samuel 13:28
Éste, por su parte, les había dado instrucciones a sus criados: «No pierdan de vista a Amnón. Y cuando se le haya subido el vino yo les daré la señal de ataque, y ustedes lo matarán. No tengan miedo, pues soy yo quien les da la orden. Ánimo; sean valientes.»

El borracho comete locuras

Proverbios 20:1
El vino lleva a la insolencia, y la bebida embriagante al escándalo; ¡nadie bajo sus efectos se comporta sabiamente!

El borracho será pobre

Proverbios 21:17
El que ama el placer se quedará en la pobreza; el que ama el vino y los perfumes jamás será rico.

Proverbios 23:20
No te juntes con los que beben mucho vino, ni con los que se hartan de carne, pues borrachos y glotones, por su indolencia, acaban harapientos y en la pobreza.

Los líderes no deben tomar

Proverbios 31
4 »No conviene que los reyes, oh Lemuel, no conviene que los reyes se den al vino, ni que los gobernantes se entreguen al licor, 5 no sea que al beber se olviden de lo que la *ley ordena y priven de sus derechos a todos los oprimidos. 6 Dales licor a los que están por morir, y vino a los amargados; 7 ¡que beban y se olviden de su pobreza! ¡que no vuelvan a acordarse de sus penas!

Pan y vino para los que tienen obras agradables a Dios

Eclesiastés 9:7
¡Anda, come tu pan con alegría! ¡Bebe tu vino con buen ánimo, que Dios ya se ha agradado de tus obras!

EN EL NUEVO TESTAMENTO

El Señor Jesús tomaba vino

Lucas 7:34
Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y ustedes dicen: 'Éste es un glotón y un borracho, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores.'

El señor Jesús se juntaba con los pecadores porque “los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos”.

El Señor Jesús compartió el vino con sus discípulos en la santa cena.

No tomar vino cuando es mal ejemplo para los hermanos

Romanos 14:21
Más vale no comer carne ni beber vino, ni hacer nada que haga caer a tu hermano.

Los borrachos no heredarán el reino de Dios

1 Corintios 6:10
Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.

Dar prioridad a la búsqueda de Dios antes que al placer de tomar vino

Efesios 5:18
No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del Espíritu.

Servidores y servidoras en la iglesia no deben tomar mucho vino

1 Timoteo 3:8
Los diáconos, igualmente, deben ser honorables, sinceros, no amigos del mucho vino ni codiciosos de las ganancias mal habidas.

Tito 1:7
El obispo tiene a su cargo la obra de Dios, y por lo tanto debe ser intachable: no arrogante, ni iracundo, ni borracho, ni violento, ni codicioso de ganancias mal habidas.

Tito 2:3
A las ancianas, enséñales que sean reverentes en su conducta, y no calumniadoras ni adictas al mucho vino. Deben enseñar lo bueno

CONSECUENCIAS : UN CASO DE LA VIDA REAL

Estimado amigo o amiga, el mal uso del alcohol puede tener muchas consecuencias indeseables. El hecho es que bajo el uso del alcohol una persona pierde su buen juicio y facilmente puede llegar a ser autor o víctima de un hecho trágico con consecuencias para toda la vida.

A continuación le presento el relato de una joven. Temprano en la mañana del 19 de septiembre de 1999, cuando Jacqueline Saburido tenía 20 años tuvo un accidente con un joven que venía borracho. Ella es venezolana y fue a Estados Unidos, aprovechando sus vacaciones, a mejorar su inglés. Ella era estudiante de arquitectura en Venezuela.

Jacqueline Saburido antes de su accidente :
Como quedó el vehículo :
Jacqueline Saburido después de su accidente :

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¡ESTAN MUY FUERTES ESTAS FOTOS PERO MUY BUENAS PARA QUE HAGAN CONCIENCIA!

Cuando somos jóvenes pensamos que somos invencibles, pues no es asi. Todo lo que hacemos en la vida tiene concecuencias sobre nosotros mismos y más que todo sobre otras personas.

El comportamiento irresponsable de un individuo ha ocasionado la desgracia de Jacqueline. Ella era una chica como cualquier otra cerca a nuestro circulo social, y le ha pasado a ella lo que nos pudo haber pasado a cualquiera de nosotros. El estado de Jacqueline es el resultado de la irresponsabilidad de manejar bajo la influencia del alcohol, no permitamos que esto vuelva a pasar.

Cambiemos nuestra actitud y tratemos de cambiar la actitud de los demás.

CONCLUSIONES

Hay muchas razones por las cuales el hombre puede llegar a iniciarse en el camino del alcoholismo y quedar atrapado. Condiciones sociales, el ambiente alegre, o por lo contrario olvidarse de tristezas.

Pero llega un punto en el cual el cuerpo se acostumbra a su dosis de alcohol y se establece una dependencia. Es muy difícil para el hombre no cristiano a romper esta cadena.

Además el hombre que anda tomado corre muchos riesgos. Puede ser víctima fácil de accidentes, robos, etcétera.

Cuando el hombre llega a conocer a Dios mediante el Señor Jesucristo todo cambia. El Espíritu Santo obra un cambio profundo en nosotros y nos limpia en todo sentido. Nos llenamos con la presencia de Dios. El vivir es Cristo.

En momentos difíciles ya no tenemos que perdernos en el alcohol. Podemos encontrar consuelo con el Espíritu Santo en la oración, tirándonos de rodillas. Estamos escondidos en Cristo.

Cuando la depresión o el deseo de tomar vuelven a presentarse, tenemos que resistir, tomar conciencia y buscar con más ahínco la presencia del Señor.

Siendo cristianos y habiendo recibido muchas bendiciones de parte del Señor, hemos ganado demasiado para echarlo a perder todo. Un solo desliz en el mundo del alcohol y las drogas puede tener consecuencias trágicas para toda la vida.

El que tiene dificultad para controlarse mejor que no tome la primera copa. Para el que siempre ha tomado con moderación sin entrar en excesos tal vez no hay problema. Mas nosotros como seguidores de Cristo y como ejemplo para los demás mejor nos abstendríamos del todo.

El que está en una posición de liderazgo no debe tomar, o muy poco.

Los ministros de Dios no deben tomar mucho. Cuando les toca ministrar no deben tomar nada.

Y por último, ¡los borrachos no heredarán el reino de Dios! Los cristianos no tienen que emborracharse. Si acaso toman que sea con mucha moderación.

Que Dios te bendiga y te guarde.
En el nombre del Señor Jesucristo.
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